SALTEN BAILEN BEBAN COMAN
CANTEN GRITEN BEBAN JODAN
Hace poco tuve la alegría de una visita de uno de mis sobrinos, traía un buen libro para leer durante sus vacaciones titulado, La civilización empática de Jeremy Rifkin quien ha vuelto después de seis años sin publicar.
Este economista, escritor y asesor de varios presidentes de la UE, habla de la necesidad de una conciencia planetaria que revitalice la economía y acabe con la progresiva destrucción del Planeta.
Para ello, el autor cree que se debe hacer una reconsideración de la naturaleza humana a partir de la empatía, una capacidad que hasta el siglo XX no ha sido debidamente analizada y que, en su opinión, ha ejercido una poderosa influencia en el desarrollo humano y probablemente determinará el futuro de la especie. Rifkin explica que recientemnete ha habido dos grandes colapsos que han marcado el fin de la era contemporanea.
El primero sería el que se produjo en julio de 2008, cuando el precio del crudo alcanzó en los mercados un récord histórico de 147 dólares el barril. Algo que, según el autor, hizo que se disparasen los precios de los alimentos y otros bienes en lo que fue el punto de partida del terremoto económico. Para Rifkin, el colpaso de los mercados que se produjo dos meses después con la 'crisis subprime' no fue más que una réplica de este gran sismo del que él ya había hablado en una obra anterior , La economía del hidrógeno.
El segundo hito al que se refiere Rifkin fue la cumbre del clima celebrada el pasado mes de diciembre en Copenhague, donde 192 países se reunieron para abordar el problema del calentamiento global. Las reuniones fracasaron y el mundo salió de la ciudad danesa sin un acuerdo que permitiera la sostenibilidad del planeta. El autor achaca este fracaso a la concepción que los políticos y los estados, inspirados en pensadores ilustrados como Locke o Adam Smith, tienen del hombre y su esencia: ambición y utilitarismo que busca un ilimitado progreso material a costa del agotamiento de recursos.
Según esta visión, el ser humano sería egoísta y materialista y buscaría el progreso a cualquier precio, algo que Rifkin ataca basándose en las modernas teorías de los científicos sociales, que están revisando la historia a partir de "una lente empática" que dejaría ver que la evolución humana no se explica tan sólo por el dominio de los recursos, sino también por el incremento de la empatía entre los seres humanos en ámbitos cada vez más complejos.
El primero sería el que se produjo en julio de 2008, cuando el precio del crudo alcanzó en los mercados un récord histórico de 147 dólares el barril. Algo que, según el autor, hizo que se disparasen los precios de los alimentos y otros bienes en lo que fue el punto de partida del terremoto económico. Para Rifkin, el colpaso de los mercados que se produjo dos meses después con la 'crisis subprime' no fue más que una réplica de este gran sismo del que él ya había hablado en una obra anterior , La economía del hidrógeno.
El segundo hito al que se refiere Rifkin fue la cumbre del clima celebrada el pasado mes de diciembre en Copenhague, donde 192 países se reunieron para abordar el problema del calentamiento global. Las reuniones fracasaron y el mundo salió de la ciudad danesa sin un acuerdo que permitiera la sostenibilidad del planeta. El autor achaca este fracaso a la concepción que los políticos y los estados, inspirados en pensadores ilustrados como Locke o Adam Smith, tienen del hombre y su esencia: ambición y utilitarismo que busca un ilimitado progreso material a costa del agotamiento de recursos.
Según esta visión, el ser humano sería egoísta y materialista y buscaría el progreso a cualquier precio, algo que Rifkin ataca basándose en las modernas teorías de los científicos sociales, que están revisando la historia a partir de "una lente empática" que dejaría ver que la evolución humana no se explica tan sólo por el dominio de los recursos, sino también por el incremento de la empatía entre los seres humanos en ámbitos cada vez más complejos.
Hacia la tercera revolución industrial
¿Cúal es la fórmula para crear una economía compatible con el desarrollo sostenible de la biosfera? Ante esta pregunta el escritor americano aboga por la necesidad de dar un salto, en menos de una generación porque después ya sería tarde, hacia una conciencia empática mundial, para lo que es necesario dar un vuelco a la conciencia humana. Rifkin habla de una tercera revolución industrial basada en la convergencia de la energía y las nuevas comunicaciones.
(Texto tomado de la red)
Y siguiendo el tren de celebraciones que empecé desde
temprano, os dejo el siguiente video, porque hoy al Verde "lo
voy a tumbá"