Hoy es...Oh yes
Uno de los logros de todo artista es superar y someter la técnica de la obra, no permitir que las reglas aprisionen y moldeen el espíritu de su gran pasión. Las pasiones son como el mar, unas veces en calma otras veces en furia, y la técnica es un pequeño bote que el artista ha de saber manejar con destreza y maestría para no naufragar. Debe conducirlo como si no existiera ya que si se preocupa de él no podrá sortear las tormentas. Esta obra es un ejemplo claro de ello.
“Hoy es…Oh yes” alude a un estribillo muy alegre de una canción de propaganda de un almacén de pinturas americanas. Este cuadro está pintado con un fondo verde, el color de la naturaleza y del ensimismamiento primario de la pintora. Aquí vuelve a tratar la línea horizontal, esta vez es una línea expresionista de color metálico que rasga violentamente y adrede la calma del fondo e irrumpe sin recato en el primer plano, queriendo la artista expresar con énfasis el contraste que da una ruptura histórica, el de la antigua línea del horizonte bucólico de la paisajística campesina y su atmósfera tranquila con la irrupción de las nuevas formas de explotación agroindustrial que cambia abruptamente ese mismo paisaje. Es un golpe de mazo al fundamento del paisaje tradicional, es resquebrajar la línea en alto relieve del primer cuadro OH, YES!.
La cuadrícula en sentido diagonal correspondiendo a un patrón imperativo de orden, es uno de los factores dinámicos otra vez en el conjunto de esta escena, producen el efecto de embudo, una vez se cae en el no hay vuelta atrás. Nótese que los racimos de bananos son de color del oro al igual que las letras de la palabra central, mientras que las otras son de color plata, colores equivalentes al dinero, así las frutas pasan a ser moneda de cambio que se apodera del paisaje con voracidad, también llama la atención las palabras escritas con grandes letras de valla publicitaria y de cartel, son invasivas, protagónicas, obligantes y ocupan gran parte del paisaje, estas se corresponden a una transformación cultural, empiezan en español para indicar un hoy que pasa a convertirse en un oh yes de aceptación y satisfacción en idioma inglés, expresión muy oída en las películas y series estadounidenses cuando se remata un negocio con éxito, no debemos pasar por alto que uno de los propósitos de la publicidad es posicionar un estereotipo.
El pequeño cuadrado rojo en el centro de la pintura que hace de punto de equilibrio y punto de la letra i de American lo tendremos en cuenta pues la artista lo ampliará hasta el gran formato para componer toda una serie de retratos que comentaré en otro capítulo, pero aquí es un intento de reestablecer la horizontalidad del paisaje, un intento de recuperar la seguridad y calma de los pies en la tierra para aspirar a la paz y regocijo del cielo, al ubicar este punto en el centro se forma un cuadrado con los racimos en cada uno de los ángulos.
Uno de los logros de todo artista es superar y someter la técnica de la obra, no permitir que las reglas aprisionen y moldeen el espíritu de su gran pasión. Las pasiones son como el mar, unas veces en calma otras veces en furia, y la técnica es un pequeño bote que el artista ha de saber manejar con destreza y maestría para no naufragar. Debe conducirlo como si no existiera ya que si se preocupa de él no podrá sortear las tormentas. Esta obra es un ejemplo claro de ello.
“Hoy es…Oh yes” alude a un estribillo muy alegre de una canción de propaganda de un almacén de pinturas americanas. Este cuadro está pintado con un fondo verde, el color de la naturaleza y del ensimismamiento primario de la pintora. Aquí vuelve a tratar la línea horizontal, esta vez es una línea expresionista de color metálico que rasga violentamente y adrede la calma del fondo e irrumpe sin recato en el primer plano, queriendo la artista expresar con énfasis el contraste que da una ruptura histórica, el de la antigua línea del horizonte bucólico de la paisajística campesina y su atmósfera tranquila con la irrupción de las nuevas formas de explotación agroindustrial que cambia abruptamente ese mismo paisaje. Es un golpe de mazo al fundamento del paisaje tradicional, es resquebrajar la línea en alto relieve del primer cuadro OH, YES!.
La cuadrícula en sentido diagonal correspondiendo a un patrón imperativo de orden, es uno de los factores dinámicos otra vez en el conjunto de esta escena, producen el efecto de embudo, una vez se cae en el no hay vuelta atrás. Nótese que los racimos de bananos son de color del oro al igual que las letras de la palabra central, mientras que las otras son de color plata, colores equivalentes al dinero, así las frutas pasan a ser moneda de cambio que se apodera del paisaje con voracidad, también llama la atención las palabras escritas con grandes letras de valla publicitaria y de cartel, son invasivas, protagónicas, obligantes y ocupan gran parte del paisaje, estas se corresponden a una transformación cultural, empiezan en español para indicar un hoy que pasa a convertirse en un oh yes de aceptación y satisfacción en idioma inglés, expresión muy oída en las películas y series estadounidenses cuando se remata un negocio con éxito, no debemos pasar por alto que uno de los propósitos de la publicidad es posicionar un estereotipo.
El pequeño cuadrado rojo en el centro de la pintura que hace de punto de equilibrio y punto de la letra i de American lo tendremos en cuenta pues la artista lo ampliará hasta el gran formato para componer toda una serie de retratos que comentaré en otro capítulo, pero aquí es un intento de reestablecer la horizontalidad del paisaje, un intento de recuperar la seguridad y calma de los pies en la tierra para aspirar a la paz y regocijo del cielo, al ubicar este punto en el centro se forma un cuadrado con los racimos en cada uno de los ángulos.
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