lunes, 11 de junio de 2012

Vissi d'arte

Quisiera detenerme en esta parte de la serie de publicaciones sobre Tosca, y para la versión de los vídeos vistos, en el símbolo de su capa.
Cuando ella ingresa al salón donde la espera el Barón Scarpia jefe de la policía (el que hace temblar a toda Roma) el toma su larga capa roja y la deja sobre una de las sillas del comedor.
Sabido es que el color rojo es el color del dios de la guerra Marte para los romanos o Ares para los griegos. Que el general Napoleón Bonaparte, luego de haber comido “pollo al marengo”, justo en esos momentos de la trama acaba de derrotar al ejército austriaco al mando del general Melas y con ello se toma el poder en casi todo el territorio de lo que hoy es Italia.
La capa roja del general tuvo una utilidad importante en sus guerras: “Napoleón, lector atento de Historia, era un magnífico conocedor de Julio César, y de sus “Comentarios a la Guerra de las Galias” (Commentarii de Bello Gallico ). De hecho en su despacho había dos bustos, Federico “el Grande” y César. En los Comentarios, César cuenta como en la batalla de Alesia, su capa roja de general era vista en todo momento por sus hombres, y enemigos, que acudía donde la pelea era más fiera. Esa presencia del general, ese aliento, era clave. Napoleón lo sabía y su caballo e indumentaria con su capa roja eran perfectamente reconocibles.” http://lagalerareal.blogspot.com/2011/01/la-capa-roja.html
Pero Tosca fuera de cualquier compromiso político es solo una víctima de las circunstancias y de la mórbida apetencia del policía. Simbólicamente es portadora de fuerzas que le son completamente ajenas y en las que se inmiscuye involuntariamente y sin ser consciente de ello. Así la capa como pieza del vestido femenino para resaltar y enmarcar su carácter y belleza termina asociándose en la obra a los grandes cambios políticos que se dan en ese momento. Mientras ella se resiste a las pretensiones de Scarpia y sufre las torturas y la condena a muerte a que es sometido su amor Mario, ella no viste la capa, está al igual que el arte a merced de la fuerza del corazón y al asedio y uso de las bajas apetencias.
“Para gobernar hay que saber aprovecharse de los vicios de los hombres, no de sus virtudes” Napoleón Bonaparte.
Indefensa, decepcionada y presa del más profundo dolor canta:

Tosca

(Con muchísimo dolor)

He vivido del arte, he vivido del amor,
¡nunca le he hecho mal a nadire...!
Con mano furtiva
cuantas miserias he conocido,
he socorrido...
Siempre, con fe sincera, mi plegaria
en los santos templos, elevé.
Siempre, con fe sincera,
he llevado flores al altar.

(Levantándose)

En la hora del dolor, ¿por qué,
por qué Señor, por qué
me pagas de esta manera?
He dado joyas
para el manto de la Señora,
y he dado mi canto a las estrellas,
que brillaban tan radiantes.

En la hora del dolor, ¿por qué,
por qué Señor, por qué
me pagas de esta manera?

(Sollozando)

Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas, ay Dios! Dicen en el coro de la canción…
http://www.youtube.com/watch?v=CEx2LpSp_ao&feature=endscreen&NR=1