palmeras
se mecen airosas
al soplo del mar…”
Viento juguetón II
Viento juguetón I
Viento juguetón
El artista Adrián Gómez, uno de los actuales referentes del arte de Costa Rica, mientras juega con el viento nos conduce al disfrute de una relación natural y plena de nuestros sentidos con el universo.
El aire se apodera de la escena en el primer cuadro con un movimiento alegre y desprevenido de derecha a izquierda y después en los dos cuadros siguientes de izquierda a derecha. La ausencia del color en los dos primeros cuadros hacen del movimiento de los elementos el principal foco de atención, es un movimiento de acercamiento y de divertido suspenso en la danza de una pareja de trapecios mimos para presentar la irrupción del color y la actuación de un detalle puesto en su punto áureo: El Nudo, técnica aplicada desde el origen de la humanidad en tareas de producción material, también sirvió y sirve de símbolo religioso y social. Se usó además en algunas civilizaciones a modo de escritura y notación contable y matemática.
El pintor concentra en un nudo el encuentro de nuestra percepción terrenal y el desborde de nuestro espíritu a la inmensidad celestial, sin que medie el misterio ni el drama, sólo recurre a la inocencia del juego, al arrullo del balanceo en un columpio. Lo difícil lo hace fácil, lo complejo lo disuelve en lo simple. En estos cuadros se siente la sencillez de la mano paciente que trenza las fibras del fique y amarra la cuerda a la nobleza de un pulido ángulo de metal, en ellos nos podemos acoger a la generosidad de la madera que ofrenda la suavidad de su textura y los fulgores de su piel dentro de una cálida atmósfera de salobres reflejos marinos y los luminosos verdes de los bosques.
El acto de anudar se convierte en un ritual donde universo y humanidad orbitan mutuamente, el nudo puede ser el primer punto de los más hermosos tejidos que tocarán la piel de una princesa ó el primer momento de la pirámide más alta. Cuando los corazones se anudan se entrelaza la afirmación de la vida y el mundo es una canción.
Aquí se monumentaliza la armonía anímica de lo humano y lo mundano, partiendo de un acuerdo mínimo sin malentendidos, como el anudar cada mañana los cordones de nuestros zapatos. Nada más fustrante que un nudo que no se pueda desatar, o una palabra que no se pueda recordar. En esta propuesta pictórica, el nudo es una exaltación como instrumento esencial, que asegura el maravilloso fluir entre las fuerzas del universo y el regocijo de nuestros actos más inocentes.
Quipu
Nudo en quechua, antiguo sistema andino de "escritura" o anotación mediante cuerdas anudadas, usado tanto para llevar cuentas y estadísticas, como para contar historias, cantar poemas orales y/o registrar los derechos y responsabilidades comunales.
Visto en www.ceciliavicuna.org/esp_quipu.htm
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